viernes, 21 de septiembre de 2007

un renacer de ensueño



estaba en esa fiesta, donde todos bebíamos con singular devoción. algunos celebraban, otros solamente bebíamos. note tu presencia, pero como siempre, oculté esa mirada especial que me provocas. no faltó mucho para que se empezaran a ir los que tenían que hacerlo, aun cuando no podían sostenerse en pie por su etílica estadía. los demás empezamos a buscar un lugar en la casa para acomodarnos, L había prestado esa casa para la ocasión, más a huevo que porque quisiera hacerlo realmente, de cualquier modo ya estábamos allí.
me sorprendió que te quedaras, pero también oculté el gusto que me provocó la ocasión de poder verte durmiendo.
los costales humanos ya estaban regados por todo el suelo, algunos en los sillones y otros perdidos en un mar de alcohol de 90°. yo empecé el último cigarro del día mientras observaba que estabas acomodándote para dormir. naturalmente me ubiqué en el extremo opuesto del cuarto para "controlar" mis acciones. al poco rato tambíen dormía profundamente.

así fue, que más dormido y ebrio que despierto, noté que alguién estaba tocándome. desperté de golpe recobrando el sentido de una forma proverbial y perversa, estabas allí, a mi lado. sin darme tiempo para responder, comenzaste a besarme. no me resistí. probé tus labios y explore tu cuerpo en el modo en que tu lo hacías, aunque en mi propio idioma. la preocupación natural de que alguien nos viera jamás cruzó mi mente, o si lo hizo se perdió de inmediato. recuerdo perfectamente que entre abrazos, me dijiste al oído -no me dejes, porque yo quiero amarte, sabes?, me encantas y quiero que estemos juntos-. yo no pude responder más que con otra dosis de besos, que me aseguré de insertar directamente en tu torrente sanguíneo para que llegaran a las cavidades tibias de tu corazón. terminamos dormidos uno al lado del otro y en la mañana, a primera hora, sin avisar salimos de la casa de L y tomamos el primer camión hacia la terminal. esa tarde viajaríamos hacia un lugar donde, libres del mundo, podríamos vivir juntos.

- así empezo todo, recuerdas? -

terminé de contar nuestra primera historia. pero ya me habías dado la oportunidad de verte dormir de nuevo. me fascina verte dormir, porque recuerdo que todo lo nuestro nació así, de un sueño.

[aldo]

No hay comentarios: