-Ámame, siénteme...-dice él suavemente a tus oídos
-No quiero hacerlo, ya es suficiente...-respondes con enfado
-¿Entonces me olvidarás, evitarás que esto pase?, te conozco, no eres capaz.- Responde con maldad
-No lo haré.-dices mientras evitas mirarlo a los ojos
-¡Repítelo!
- Te amo, pero lo que me pides es demasiado...
Con cuidado él desliza la navaja entre sus manos, tú de rodillas, él a tu lado sujetándote suavemente, deseas correr, de repente sientes el filo de la navaja en tu cuello, lo fría de ella te produce escalofríos.
- Tendrás que amarme, no tienes opción,¿verdad que irás conmigo hasta el final, que me amarás por una eternidad?
Silencio, no sabes que decir, tienes miedo, lo miras a los ojos y respondes.
-Contigo hasta el final.
Sientes lo fría de la navaja en tu cuello perfornado tu piel, lo tibia que es la sangre de tu cuello, ella resbala suavemente, él te recuesta en el frío suelo. Con las pocas fuerzas que te quedan hablas un poco:
-Hazlo ahora, corta tu cuello como has cortado el mío, es hora de morir, de consumar nuestro amor...
Él te mira.
-Te amo-dice él
Ya no puedes responderle, estas muriendo, sientes dolor, deseas que él sufra como tú cuando muera, para que de verdad su amor sea eterno y recordado. El empieza a hablar:
-No puedo hacerlo, es demasiado, pero ahora sé que de verdad me amaste, gracias por demostrarlo...
No alcanzas a escucharlo, ya no estás en su mundo, piensas que él esta muerto como tú. Él en el otro mundo te pide perdón, llora un rato y abandona el cadaver, meses después ni siquiera te recuerda.
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1 comentario:
Muy original y macabro.
Regina
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